resultado obtuvo, aunque me parecio que se apoyaba mas confiadamente en el respaldo del sofa.a. —Bueno —dijo sobre nuevo—. Unas veces nos llamamos sobre tu y no ha transpirado otras sobre tu. Seria preferible que unifiquemos criterios. —Se echo a reir, una risa franca que le dejo al descubierto la lengua y los dientes—. Me gusto bastante que me llamaras prima. Alla, en Puente Genil, nos llamamos primos y primas aunque nunca seamos parientes. Anda, sientate aca, a mi aspecto. —Golpeo el sofa-cama con la palma sobre la mano. —?Quieres beber alguna cosa, Anunchi? —le pregunte. —Vaya —exclamo—. Al fin has hablado. —El hocico parecio temblarle—. No, debido, nunca bebo. Yo nunca bebo nunca. Nunca me gusta; realmente desde que estoy en Madrid hago cosas que no he hecho nunca. Igual que esta sobre seducir a un hombre a las doce desplazandolo hacia el pelo media sobre la noche asi como llegar a su residencia. —Me gustas mas sin peluca —le dije. ?Como explicarle que bien sabia como era desnuda? Es singular, sin embargo lo sabia. Conocia sus diminutos pechos, la caida de estas caderas hacia las muslos, la curva del vientre, el olor y el regusto sobre su epidermis, el modo de sofocarse desplazandolo hacia el pelo de entreabrir las labios. Se que no me van a creer No obstante me da lo mismo. La miraba, sentada en mi sofa cama, y no ha transpirado sabia que solo tenia que alcanzar la mano y besarla, que era suficiente con eso. Y sabia que ella Ademi?s lo sabia. —La peluca, el apartamento, el coche… ninguna cosa sobre eso es mio. En realidad… —?Que quieres afirmar? Abrio el bolso desplazandolo hacia el pelo me mostro un cheque conformado por veinticinco millones de pesetas. —Quiero hablar de esto. Debido a se ha terminado todo —guardo el cheque—, debido a soy rica y no ha transpirado tu me has ayudado demasiado. —Me llevo el diez por ciento por la cuantia que logro cobrar. No soy nada altruista. —Pues me alegro mucho. Manana te dare un cheque con tu deuda. 2 millones y no ha transpirado medio, ?verdad? Le dije que si y no ha transpirado aguarde a que continuara. —Tengo un problema, nunca conozco que efectuar, Manolo me ha pedido que nos echemos un vistado a manana por la noche. ? Que opinas ? —?Manolo? —pregunte yo—. ?Quien seria Manolo? —Mi marido… Bueno, ex marido… Estamos separados, ?no? Deseo decir, separados sobre hecho, sin embargo nunca divorciados. El me dijo que no era bueno de su carrera administracion. Bueno, me ha llamado y me ha expresado que quiere verme, que me echa sobre menos. ?Que te da la impresion? —?Te apetece un cafe? —Si, un cafelito. Lo tenia debido a elaborado. Transporte la bandeja con las 2 tazas y la cafetera desde la cocina a la unica habitacion de mi morada que sirve para al completo: dormitorio, comedor y salon. Bebimos el cafe en silencio. —No me has mencionado que te parece. ?Me acompanas a ver a mi marido? —?A el novio le gustara? Le acaricie el pelo de la cogote. Comenzo a jadear y no ha transpirado supongo que yo Asimismo. —No…, no me…, me importa lo que piense el novio. Me acerque de besarla y ella me detuvo con la mano. —?Por que has tardado tanto? —pregunto, en un murmullo. Tenia las ojos excesivamente cercano, el aliento sobre su boca, la palpitacion de su torso. Existe cosas que a mi no me agrada contar de las chicas. En una historia cada cual cuenta lo que desea y igual https://datingrating.net/es/kasidie-opinion/ que quiere. Sobre forma que no voy an afirmar una sola termino sobre lo que ocurrio aquella noche dentro de Anunchi y yo. Si a alguien le ha ocurrido alguna ocasion lo que me ocurrio a mi, sabra lo que estoy diciendo. Desplazandolo hacia el pelo En caso de que le ha ocurrido De ningun modo alguna cosa parecido, puede preguntarselo a sus colegas.
9 Y a habia amanecido asi como la novia fumaba un cigarrillo con la frente apoyada en mi hombro.
Por el terraza abierto entraban las primeros ruidos del trafico, sobre los que iban a trabajar temprano.
—Soy maestra, ?sabes? Conoci a Manolo en la campana contra la OTAN en Puente Genil. El novio era partidario, naturalmente, de la integracion. Seguia las directrices sobre su partido. Es llamativo, ?verdad? Le dije que si. —Lo conocia sobre primero. —Sonrio en la penumbra del amanecer—. En realidad, todo el mundo en Puente Genil conociamos a Manolo. Era el lider de los jornaleros. Me consenso sobre que cuando era pequena escuchaba hablar en casa del precio de ese hombre, sobre ese comunista, igual que le llamaban. La Guardia Civil le hacia la vida imposible, le metian en la prision, le multaban, y no ha transpirado el novio, erre que erre. Creo que me enamore sobre el novio en ese segundo, siendo nena. Me lleva quince anos de vida, yo tengo treinta y no ha transpirado cinco, No obstante el novio aparenta cuarenta, asi como, si se quitara la barba, aun menor. Todavia conserva esa cara sobre crio que tenia de joven. El cigarrillo trazo una curva desde su boca inclusive el cenicero que estaba sobre mi estomago. —Ya ves —continuo—. Asi como cuando lo conoci era partidario sobre la integracion en la OTAN. Claro, debido a estaba en el partido. Quiero aseverar que se salio del partido comunista asi como entro en el sobre su amigo. —Normal. Las hermanos tiran mucho. —Todo empezo cuando un jornada vinieron a verme y me ofrecieron lo que yo pidiera por los papeles sobre Manolo. Hasta por lo tanto yo no sabia que todo eso podia costar dinero. Me ofrecieron lo que yo quisiera. —?Quienes? —Se llamaba Enrique, don Enrique, un mandamas del Partido Progresista, del PP. Asi como yo le dije que un apartamento en Madrid. Asi como, Ahora ves, me lo dieron. ?Te acuerdas de mi apartamento? —Si, me consenso. —Bueno, puesto que me lo regalaron tal como tu lo has visto, inclusive con cortinas. Y a mi me entro nunca se que por la frente, pedi el prestamo asi como me compre el coche asi como me fui de camino al Extremo Oriente. — asi como el horno microondas. —Si, y no ha transpirado el microondas que nunca me sirve de ninguna cosa. —Anade veinticinco millones. —Si, asi como un apartamento en Madrid desplazandolo hacia el pelo un auto. Y no ha transpirado realiza menor de un ano tenia que aclarar la ropa manualmente por motivo de que no tenia ni lavadora. No obstante ahi no queda la cosa, la revista Diana me ha ofrecido otros dos millones por narrar la leyenda sobre mi vida con Manolo en diez